PROYECTO PINTANDO VIDA presenta: con el auspicio de:

PINTANDO VIDA

¿Que es?

Es un proyecto de arte, cultura y solidaridad, en donde 10 artistas reconocidos en la plástica nacional e internacional, cedieron el derecho de una de sus obras, reproducidas en lienzo, técnica Gicleé. De esta manera, el proyecto se convierte en la primera y única colección de arte plástico en la actualidad realizada en esta técnica.

Colaboran

Los artistas conmovidos con la misión de ASONIC (Asociación de Padres de Niños y Niñas con Cáncer) permitieron que se reprodujeran 100 ejemplares del portafolio artístico .

El 80% de las personas entrevistadas desearían una obra de algún artista reconocido del Ecuador.

Valor Artístico

En general, el costo impide cumplir el deseo de tener una obra de arte genuina y acuden a otras alternativas.

El objetivo del proyecto “pintando vida” es apoyar económicamente a ASONIC, a través de esta única oportunidad de adquirir la colección de arte “10 artistas en acción”.

Carlos Monsalve (Cali, 1957) Carlos Monsalve, en plena madurez artística, goza de una firme reputación como pintor y maestro en artes plásticas. Su obra es altamente apreciada por los aficionados al arte, y ha merecido el reconocimiento de la crítica más exigente, que ha puesto de relieve su poderosa creatividad, así como el refinamiento de su técnica.
Después de radicarse en el Ecuador, aparece el signo de lo mágico, con la creación de un universo imaginario de carácter muy personal, que podría identificarse como una fantasía onírica de rara seducción, que nos remite a un mundo mitológico, lleno de tradiciones, leyendas y relatos colombianos y, en general, latinoamericanos. La paleta del artista, en la que predominan los tonos oscuros, verdes y azules, es de una calidad exquisita, con pigmentos que el maestro aplica sabiamente, con mano segura y largamente ejercitada.
Alfonso Endara (Quito, 1960) La temática de Endara privilegia el desnudo femenino, asunto que domina y que le ha valido un lugar destacado en la plástica contemporánea. Lo mismo ocurre con los retratos, algunos de los cuales pintados por encargo de notables personalidades, han avanzado más allá del simple parecido, para llegar al carácter. Se trata de una obra madura y muy decantada; de una pintura que entraña no sólo oficio sino muchas lecturas e introspección, para armar un discurso plástico de gran contenido y de doble lenguaje: de un lado lo bello y de otro la verdad, en términos de la fe. Jorge Perugachy (Otavalo, 1954) La pintura de Perugachy es una pintura muy personal, cuya evolución, al margen de las tendencias de uso, responde a su propia lógica. Una lógica que a su vez tiene que ver con un proceso coherente en el curso del cual están los temas de siempre: el paisaje, el retrato, el bodegón, el desnudo, que dan paso, a sus mujeres andinas, mujeres de la noche, a sus vírgenes, a sus ángeles. Al artista le preocupa lo matérico, por su relación con la madre tierra, de ahí sus texturas tan características. El resultado es una obra consistente, de gran impacto visual. Que genera en el artista una sensación única de espacio y energía, mediante el uso de colores vivos, brillantes. Los marcados contrastes de claroscuro, llenos de un expresivo fervor regional, revelan un mundo simbólico, rico en significados. La variedad de tonos cálidos y fríos produce un efecto reluciente, realzado por una tamizada iluminación que va más allá del escenario cotidiano. Jaime Zapata (Quito, 1957) Su asombrosa capacidad para el dibujo es lo que más sorprende en Zapata. Su destreza le llevó de la mano a practicar un reconocido hiperrealismo. Enriqueció su formación observando las grandes obras de la pintura universal en los museos de Europa. Esto le permitió ubicarse racionalmente en su contexto. Su temática comprende desde el paisaje urbano hasta el retrato. Son diversos los motivos con la figura humana que revelan una visión poco común de la existencia. Su técnica es renacentista, de color luminoso, con sabios efectos ilusionistas. Todo ello recuperando saberes de oficio de los viejos maestros, desde la preparación de las telas con antiguas resinas. Antonio Arias (Quito, 1944) Una suerte de realismo mágico-barroco y la imprenta de un expresionismo personal, se combinan en la obra de Antonio Arias, cuyas telas están animadas por una vitalidad devenida por su fuerte y contrastada paleta. Es un explorador del mundo mestizo, tratado con ironía y con ciertos rasgos caricaturescos, que añaden una dosis de humor a los componentes plásticos de sus lienzos, en los que también denuncia los conflictos sociales del medio. Maestro del buen dibujo, magnífico colorista y sabio en el manejo de la luz, Arias hace de sus cuadros una verdadera fiesta visual. Miguel Betancourt (Cumbayá, 1958) Miguel Betancourt es un artista que se distingue por su estilo muy personal. Estudia sistemáticamente nuevas formas de expresión que reflejan una creadora inquietud nunca satisfecha. Paso a paso, con la ayuda de un exigente método, conquista expresiones y procedimientos que le permiten un espacio ideal para desarrollar su lenguaje cromático de exclusivo comportamiento. La carrera artística de Betancourt se ha movido siempre dentro del campo de conquistas técnicas, con temas variables convertidos en una exitosa prosa estética. En el curso de su fecunda labor pictórica ha exaltado su paciente trabajo con una exquisita factura cromática, acompasada de la inigualable finura de líneas y una estudiada composición del conjunto. Enriquestuardo Álvarez (Salcedo, 1958) La presencia reiterativa de la figura humana en sus cuadros, una presencia cargada de significaciones relacionadas con el entramado cultural, revela la intención obstinada del artista de destacar los complejos problemas actuales del mundo americano. La preocupación del artista es ir más allá de lo ambiguo y misterioso como complemento, no solo en términos de la composición sino también del concepto. Su poderosa exposición QUILAGO con grandes rostros de pintura densa y fuerza hiperrealista, mostró expresiones que sugerían presencias, agonías, firmezas y serenidades. Joaquín Endara (Quito, 1933) La trayectoria artística de Joaquín Endara está respaldada por su consagrada vocación a la pintura en una constante y fiel entrega a su capacidad creativa. Sus obras nos brindan el singular espectáculo del paisaje, el que siempre gira alrededor de lo bello. Los Quitos actuales, tan cercanos e íntimos, son concebidos en la circunstancia personal del maestro. El experimenta con variantes compositivas, que les confieren el carácter único, nacido del ojo explorador del pintor, como transcripciones del tiempo que pasa, en atardeceres pletóricos de tonalidades cálidas y brillantes, que se complementan con atmósferas de inexplicable magia. Oswaldo Viteri (Ambato, 1931) Artista neofigurativo, ampliamente reconocido por su trabajo de ensamblajes, aunque su obra abarca también la pintura, el dibujo, grabado y mosaicos. La veta de su inspiración es muy rica: la relación del hombre andino con una naturaleza trágica y ajena a situaciones de marginalidad y dominación, fetichismo y oscuras resonancias mágicas. La expresión es vigorosa: un arte de pobreza enraizado en lo popular, arte de texturas fuertes, un arte sígnico. En la corta etapa del informalismo, pinta telas de trazos gestuales, con color dramático, con obras tenebristas por los oscuros fondos, realiza trazos caligráficos aplicando el color directamente del tubo, con eso, gana el cuarto premio de la Bienal de Quito en 1968. Jaime Calderón (San Blas - Imbabura, 1961) Artista neofigurativo, ampliamente reconocido por su trabajo de ensamblajes, aunque su obra abarca también la pintura, el dibujo, grabado y mosaicos. La veta de su inspiración es muy rica: la relación del hombre andino con una naturaleza trágica y ajena a situaciones de marginalidad y dominación, fetichismo y oscuras resonancias mágicas. La expresión es vigorosa: un arte de pobreza enraizado en lo popular, arte de texturas fuertes, un arte sígnico. En la corta etapa del informalismo, pinta telas de trazos gestuales, con color dramático, con obras tenebristas por los oscuros fondos, realiza trazos caligráficos aplicando el color directamente del tubo, con eso, gana el cuarto premio de la Bienal de Quito en 1968.
GALERÍA PINTANDO VIDA ARTISTAS JAIME CALDERÓN OSWALDO VITERI JOAQUÍN ENDARA ENRIQUE ESTUARDO ÁLVAREZ MIGUEL BETANCOURT ANTONIO ARIAS JAIME ZAPATA JORGE PERUGACHY ALFONSO ENDARA CARLOS MONSALVE